Lucía Garrido
Tecnología
Oxford explica cuáles son "las reglas del juego" en el uso de la lnteligencia Artificial
"No humanicemos la tecnología, las máquinas no alucinan, cometen errores; no piensan..."
El especialista en educación y tecnología y miembro asociado en el Centro para Habilidades, Conocimiento y Rendimiento Organizacional (SKOPE) de la Universidad de Oxford Cristóbal Cobo defiende que "el profesor debe dejar claro a sus alumnos las reglas de juego en el uso de la Inteligencia Artificial".
Así lo ha manifestado el experto durante la ponencia inaugural de la reciente I Jornada Internacional de Investigación y Formación en Innovación Docente (Nebrija Innova), promovida por la Universidad Nebrija y celebrada en el Campus de Lenguas y Educación en Madrid-Arturo Soria.
Frente al manejo individual de sistemas de inteligencia artificial generativa como ChatGPT y la preferencia de muchos alumnos por ellas frente a profesores particulares, Cristóbal Cobo propone establecer de antemano las reglas de juego en clase y aprender de las experiencias de estas nuevas tecnologías en la educación, donde la interacción docente genera tanto tareas "fácilmente automatizables" como otras "esencialmente humanas".
Un uso moderado de la IA es lo correcto
Sin renunciar a la esencia de la autonomía académica ni a la alfabetización digital, el experto asociado de SKOPE y senior fellow en el Programa de Educación del Diálogo Interamericano en Estados Unidos ha advertido del riesgo de caer en un "cierto nivel de dependencia" o en un uso "excesivo" de la Inteligencia Artificial que "pueda derivar en pereza, desinformación, una menor creatividad o la reducción del pensamiento crítico e independiente".
En su intervención, ha simplificado todas las labores en el aula bajo dos parámetros: la contribución cognitiva y la contribución de la IA. En su opinión, la mezcla de ambos conforma la visión del docente sobre lo que puede adoptar para la consecución de los objetivos finales.
El acceso a infraestructuras tecnológicas y de datos, la formación práctica a los profesores (guías y herramientas), el diseño y la implementación de una estrategia universitaria o la generación de observatorios relacionados con la Inteligencia Artificial han sido otras de las propuestas de Cobo.
"No humanicemos la tecnología, las máquinas no alucinan, cometen errores; no piensan, pero nos imitan; no tienen opiniones, las reflejan", ha señalado el experto, que recomienda herramientas como Ai Teaching Assistant Pro (asistente personal de enseñanza y diseño), Poe.com (chatbot personalizado), Gamma.app (creación de presentaciones), Chattube.io (chatear con videos de YouTube), Turbolearn.ai (generador de notas, resúmenes y cuestionarios personalizados), Elicit (analizar trabajos de investigación), Consensus (motor de búsqueda de IA para investigación) y ResearchRabbit (plataforma de investigación).
Aunque asegura que todo lo que dice quedaría "obsoleto" en dos semanas, Cobo ha lanzado conclusiones generales para contribuir al debate tecnológico. Dos de ellas fueron la distinción entre fuente y herramienta y el reto en la alfabetización de aprender a diferenciar entre contenidos generados por humanos, por humanos y máquinas y solo por máquinas.
"Pensemos cómo desarrollar en la comunidad una suerte de fluidez en la inteligencia artificial para entender de qué estamos hablando, cómo utilizar la IA y evaluarla", ha apuntado al respecto.
En cuanto a la influencia en el trabajo, es "indudable", a su juicio, que la IA modificará la anatomía laboral en muchos sentidos, pero "nunca podría dejar de lado la relevancia de la inteligencia emocional".
Lo que no plantea ninguna duda es el interés creciente sobre la formación en estas herramientas. De acuerdo con Coursera, en 2024 hubo en la Unión Europea un incremento del 775% de demanda de cursos de Inteligencia Artificial generativa.