¿Puedo dejar en herencia un videojuego que se compra y juega en la nube?

La revolución de los videojuegos en la nube está cambiando la forma en que los usuarios acceden a ellos. Este sistema permite a los jugadores y jugadoras disfrutar de un entretenimiento de alta calidad sin necesidad de contar con un hardware potente, ya que los juegos se ejecutan en servidores remotos y se transmiten directamente a los dispositivos del usuario o usuaria a través de Internet. Atrás quedaron, por tanto, las descargas extensas y actualizaciones constantes.

Ahora bien, ¿qué sucede cuando el propietario o propietaria de un videojuego en la nube fallece? ¿Es posible transmitir su propiedad o dejarlo en herencia? En el siguiente artículo te lo explicamos.

¿Qué es el 'cloud gaming'?

El 'cloud gaming', conocido como 'juego en la nube' o 'juego en streaming', es una tecnología que permite a los jugadores y jugadoras acceder a videojuegos a través de Internet, sin la necesidad de tener el título instalado en su dispositivo ni depender de las características del hardware. En lugar de ejecutarse en el propio dispositivo, los juegos se procesan en servidores remotos y se transmiten en tiempo real mediante Internet.

Por tanto, el principal beneficio del cloud gaming es la universalización del acceso a videojuegos avanzados, al eliminar las barreras de hardware. Además, ofrece la conveniencia de jugar desde cualquier lugar con conexión a Internet, dado que no requiere tener el título descargado.

La cuenta de usuario queda inutilizada

Para poder acceder a este tipo de videojuegos, es necesario comprarlos a través de la nube y crear una cuenta de usuario vinculada a la persona que lo compra. Por ello, el acceso a la misma queda inutilizado cuando el titular no puede hacer uso de ella, por ejemplo, al fallecer.

En términos generales, los jugadores o jugadoras de videojuegos dependen de la normativa de cada compañía. En el caso de Valve, propietaria de Steam, sus servicios son intransferibles. La compañía no permite la transferencia de una cuenta, ni siquiera aunque el titular haya fallecido.

Esta normativa se enmarca, igualmente, en la prohibición de permitir a terceros que accedan a la cuenta personal de uno o una, lo que supondría una infracción en las disposiciones sobre confidencialidad.

Lo mismo sucede con la marca PlayStation, cuyos derechos de acceso solo están vigentes hasta que la suscripción venza. Si el titular de un juego fallece, el servicio terminará por caducar y ya no se podrá acceder a él.

En el caso de las redes sociales

Las redes sociales tienen políticas diferentes a las compañías de videojuegos. De hecho, Facebook o Instagram permiten hacer uso de lo que se conoce como 'cuentas conmemorativas', es decir, que los familiares de un usuario o usuaria fallecida puedan gestionar sus redes sociales. "Si ves en Instagram una cuenta que pertenezca a alguien que ha fallecido, puedes solicitar que la convirtamos en conmemorativa. Si eres familiar directo de la persona fallecida, puedes solicitar que la cuenta se suprima de Instagram", apunta la plataforma.

Para las cuentas conmemorativas, "intentamos evitar que aparezcan en Instagram referencias a las cuentas conmemorativas que puedan entristecer a amigos y familiares de esa persona, y también bloqueamos la cuenta con el fin de proteger la privacidad de la persona fallecida", añaden. Así pues, Instagram exige un documento que acredite la defunción para poder activar este tipo de cuenta.

Igualmente, Facebook ofrece esta opción y la de elegir 'contactos de legado', es decir, designar a un contacto para que se encargue de tu perfil conmemorativo principal, o decidir que tu cuenta se elimine de Facebook de forma permanente.

Finalmente, WhatsApp y X solo dan opción a eliminar la cuenta de la persona fallecida.