Tecnología
"Muchas webs y aplicaciones se desarrollan sin pensar en los mayores"
Seniority: conoce la empresa que facilita la vida a los mayores con la tecnología
“Es una empresa tecnológica de impacto, que reduce la brecha tecnológica y fomenta el bienestar de las personas mayores a través de la tecnología”. Con estas palabras definen a Seniority Julia y Alejandro, dos de los tres fundadores de esta empresa tecnológica que ayuda a los mayores a tener una vida digital más sencilla.
Seniority, situada en Málaga, y fundada por Julia Rodríguez Rivero, Alejandro Barroso Camús y Damián Gil González, tiene el propósito de fomentar el bienestar de los mayores. Cuentan que empezaron siendo una plataforma para motivar un estilo de vida activo y saludable para que los mayores pudieran conocer a más personas al llegar a la jubilación, pero con el paso del tiempo se dieron cuenta que habían estudiado a la población sénior desde un punto de vista tecnológico y que tenían el conocimiento de diseño para que el usuario utilice las aplicaciones de una forma autónoma y con la confianza de que controla todo.
“Nosotros les damos ese conocimiento a las empresas y les aportamos ese valor para ayudarles a diseñar sus canales digitales, tanto aplicaciones como páginas webs, de una manera totalmente sencilla y amigable. Lo que coincide con la propuesta de valor es elevar la interacción del adulto mayor con la tecnología”, cuenta Julia.
Estas ayudan a mejorar la conversión y la eficiencia de las empresas, mientras se mejora la experiencia que se merece el público sénior al usar las aplicaciones.
Sobre los errores que cometen muchas empresas al crear páginas webs o aplicaciones, Alejandro explica que “se desarrollan productos sin hacer un test de usabilidad del público hacia el que se dirigen, y también con cierto edadismo, pensando que son personas tontas y que no les van a poner tecnología compleja porque no la van a entender”.
Dentro de los problemas que puede tener una persona mayor que no puede utilizar una aplicación, Alejandro añade que “al no tener un diseño intuitivo, se convierten en barreras que dificultan el acceso a la banca online, compras de billetes, aplicaciones de salud, trenes, entre otros. Ellos se ven en una situación frustrante y se ven obligados a pedir ayuda a hijos, o de ir presencialmente a la oficina de la empresa a resolver sus dudas”. Afirma que esto conlleva a que “pierdan tiempo, negocios, aislamiento social, o se van quedando atrás en la tecnología”.
Seniority siempre trata de desarrollar su tecnología lo más simple e intuitiva posible, para que las personas mayores sientan que realmente una determinada empresa piensa en ellos y les facilita el acceso a sus aplicaciones. “Nosotros pretendemos que sea intuitivo, que no tengas que ir a un curso o necesites formación para poder usarla”, agrega Julia.
Sobre la interfaz ideal de una aplicación para que sea lo más amigable posible para los sénior, mencionan que debe ser “diseñada desde la empatía y la comprensión”. Además, es importante no hacer juicios de valor sobre un grupo demográfico, pues hay que estudiarlos y acompañarlos.
“Las aplicaciones deben tener letras grandes, con altos contrastes de colores que se puedan leer de manera fácil. Todo debe ser simple y claro. Hay que reducir la carga cognitiva de las aplicaciones, todo tiene que ser adaptable. Además, hay que usar un lenguaje claro, directo, sencillo, sin jergas, una comunicación efectiva, y siempre tener a la mano un botón de ayuda o un teléfono de contacto. Es importante darles la sensación de que tienen el control de la aplicación. Muchos no se fían de sus propias habilidades y temen dar un clic y que pueda pasar algo malo”, puntualizan desde Seniority.
Es importante destacar que el 95% de las páginas web tiene algún problema de accesibilidad y no cumplen con la normativa. Además, solo el 6% de las páginas web de la administración pública cumplen con esas normas de accesibilidad.
Metodología IIDL
Esta iniciativa IIDL (Innovación Impulsada por los Desafíos de la Longevidad) liderada por Xenior Studio, de la mano de Erik Díaz Fuentes y por Seniority.AI, de la mano de sus fundadores, presenta un modelo de innovación impulsado por los desafíos de la longevidad -IIDL- que surge ante la necesidad, y la poca experiencia del sector, de crear soluciones para una generación de consumidores mayores de 50 años. Este modelo ofrece a aquellos ecosistemas interesados en especializarse en Economía Plateada o Economía de la Longevidad, una guía que priorice la sistematización de las prácticas no recomendadas sobre las recomendadas, así como una gran labor de concienciación para afrontar fenómenos como el edadismo.
En esta metodología se ofrece un servicio exclusivo con un plan de trabajo individualizado, consultoría especializada con expertos en cada materia, experiencia inmersiva para validación real y oportunidad de expansión.
