Verónica Mollejo
Tecnología
Así es la startup que quiere preservar los recuerdos de los usuarios
Nectome fue creada en el año 2015 por los emprendedores Robert McIntyre y Michael McCanna
Desde hace décadas, el cine de ciencia ficción nos ha mostrado un futuro no muy lejano plagado de inventos y curiosos dispositivos capaces de hacer nuestra vida mucho más fácil. Si en una de estas películas vieras como los recuerdos del protagonista son almacenados en una base de datos inteligente con el objetivo de preservar su conciencia, no te resultaría extraño. De hecho, incluso podrías sentirte algo interesando en el idea.
Un sentimiento que seguro experimentaron los emprendedores y graduados en el prestigioso Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) Robert McIntyre y Michael McCanna, los creadores de una startup que tiene como propósito crear una copia digital de nuestro cerebro. Su nombre es Nectome y podría estar más cerca de lo que pensamos.
Un cerebro inmortal
Tal y como exponen en el portal oficial de Nectome, esta “es una empresa de investigación dedicada a promover la ciencia de la memoria. Diseñamos y conducimos experimentos para descubrir cómo el cerebro crea físicamente los recuerdos. Y desarrollamos técnicas de preservación biológica para conservar mejor los rastros físicos de la memoria”. Un proyecto cuanto menos llamativo que implica algunos riesgos, pues para poder capturar la mente del usuario este debe acabar con su vida.
Y es que para que la operación tenga éxito, el sujeto debe empezar el proceso vivito y coleando, pues Nectome se encarga de analizar la sinapsis o comunicación existente entre las neuronas del cerebro, pudiendo así mantener la memoria intacta durante miles de años. Por otro lado, esta conservación se produce a través de un embalsamamiento de alta tecnología, que recibe el nombre de criopreservación estabilizada con aldehído o vitrificación, cuyos líquidos son los que provocan que el paciente fallezca de manera irremediable.
A simple vista, puede parecer una idea de lo más alocada e ilusoria, sin embargo, ya ha recibido el apoyo de algunos de los neurocientíficos más importantes del panorama internacional. Además, sus creadores han ganado el Premio de Preservación Cerebral por conservar el conectoma de un conejo, lo que demuestra que el proceso de vitrificación es posible, al menos en animales.
Además, estas credenciales ya han motivado a casi una treintena de personas a formar parte del proyecto una vez haya finalizado. Todos ellos están incluidos en la lista de espera, para la que han tenido que desembolsar 10.000 dólares de depósito.