Ignacio Casanueva
Ignacio Casanueva es redactor especializado en temas de tecnología y salud.
… saber más sobre el autorTener un móvil con gran capacidad de almacenaje es sinónimo de tener un móvil con muchas aplicaciones que solo usamos un par de veces al año. Y cuantas más apps nos descarguemos, más posibilidades de tener alguna que oculten virus que puedan robar nuestros datos, identidad y dinero.
Es por eso que Google se esfuerza en dar caza a todos los virus que intentan pasar inadvertidos. Algunos de ellos lo logran, y no es hasta cuando está hecho el delito cuando no saltan las alarmas. Un ejemplo lo tenemos en el virus Joker, un malware que durante más de un año ha estado escondido en cientos de aplicaciones de la Google Store.
Este virus utiliza alguno de los componentes de la aplicación, sobre todo la publicidad, para introducirse en nuestro smartphone. En el momento en que el usuario descarga y ejecuta dicha app, el virus actúa y descarga un malware para comenzar a espiar al usuario. De esta forma podrá registrar nuestros contactos, SMS, datos personales, movimientos, etc. Una infinidad de información con la que suplantar nuestra identidad y suscribirse a servicios de pago.
El equipo de investigadores ThreatLabz ha dado con un nuevo grupo de aplicaciones que contienen Joker. Google eliminó rápidamente estas 16 aplicaciones de su tienda, pero si ya tenías una instalada, ¡tu móvil sigue en peligro!
Si tienes una de estas aplicaciones o sospechas de alguna aplicación, lo primero que debes hacer es revisar los permisos que habrás aceptado cuando la descargaste. Android en sus ajustes te dice si una aplicación o herramienta tiene acceso a la cámara, a los SMS, al micrófono o al teclado por ejemplo. Un scanner de documentos no necesita acceder a los SMS, por lo que podría ser una señal de que algo extraño está haciendo esa aplicación.
Ante la duda, es mejor desinstalar y contratar un antivirus que analice el teléfono en busca de cualquier virus. También es importante tener siempre el móvil actualizado con la última versión de software, la cual estará más preparada para fallos o ataques ya conocidos.