Vecinos de Barcelona se organiza para ayudar a mayores a hacer trámites digitales

A raíz de los confinamientos y las restricciones a la movilidad impuestos para atajar la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, la mayoría de ciudadanos no hemos tenido más remedio que acostumbrarnos a realizar de manera digital y en remoto muchos trámites que antes de la pandemia realizábamos presencialmente. Pero no todo el mundo ha tenido las mismas facilidades para hacerlo, ya sea debido a la brecha digital por falta de conocimientos o de recursos. Algunas personas mayores están entre las que se han visto afectadas por esta circunstancia.

Conscientes de estas dificultades, en algunos barrios de Barcelona los vecinos se han organizado para hacer frente a esa brecha digital poniendo en marcha un proyecto de acompañamiento digital. Es el caso del vecindario de La Sagrera, donde se ha creado un soporte de proximidad para aprender a realizar diferentes tipos de trámites y gestiones en línea con el acompañamiento de una persona voluntaria. De este modo, a través del voluntariado, se apoya a aquellas personas que necesitan hacer trámites en línea: pedir citas previas, registrarse a Mi Salud (la aplicación de salud de la Generalitat de Cataluña), resolver dudas informáticos, gestionar el correo electrónico o hacer videollamadas, entre otras gestiones.

Aumenta la brecha digital

Los responsables de esta iniciativa aseguran que, “desde el confinamiento que padecimos hará más de un año, las necesidades y casos de vulnerabilidad en el barrio se han ido incrementando y la brecha digital se ha evidenciado más que nunca”. Este servicio prestado por voluntarios está pensado para personas con dificultad de disponer de dispositivos electrónicos y de acceso a Internet por falta de recursos, pero también a las personas mayores o personas migradas con dificultades idiomáticas.

Para poder ayudar a estos colectivos, se han habilitado dos teléfonos y un correo electrónico (lasagreradigital@gmail.com) que sirven tanto si se necesita un acompañamiento como si se quiere participar como voluntariado. A través de estos canales se reciben las demandas de los usuarios y se vehiculan a través de una persona voluntaria que hará el acompañamiento, sea telefónico o presencial en diferentes equipamientos del barrio como La Torre de La Sagrera, un edificio municipal emblemático de finales del siglo XIX que se ha convertido en uno de los espacios de acogida de este proyecto.