Ignacio Casanueva
Ignacio Casanueva es redactor especializado en temas de tecnología y salud.
… saber más sobre el autorDurante el confinamiento las videollamadas han sido la forma para mantener la conexión con nuestros seres queridos y no sentirnos tan aislados. Además, también han servido para que numerosas empresas mantuvieran el ritmo y la coordinación de sus equipos. Durante estas semanas numerosas aplicaciones han surgido en las conversaciones para conseguir la mejor conectividad: Zoom, Instagram, HouseParty y Whatsapp.
Esta última aplicación, la más extendida entre los españoles, encontró cierto rechazo por parte de la población al permitir como máximo 4 personas en sus videollamadas. Una medida que hace pocas semanas tuvo una respuesta por parte de la compañía americana Facebook (propietaria de la app) para que se aumentara a 8 el número de participantes. Para ello bastaría con actualizar la app en nuestros móviles.
Un número que ahora parece corto si oímos los últimos rumores: Whatsapp ampliará en un corto plazo el límite de las videollamadas hasta 50 personas. Una información que no se confirma por parte de la compañía, pero que sería verídica según el portal WaBetaInfo, especializado en obtener información de esta app. Según esta web, al pertenecer ambas aplicaciones a la compañía de Mark Zuckerberg, la aplicación del icono verde se aprovecharía de su unión con Facebook para utilizar Messengers Rooms y tener así las videollamadas grupales masivas.
Una medida que, además, serviría también para las personas que no tuvieran una cuenta en la red social ya que únicamente se necesitaría el link de acceso a la reunión para poder entrar a formar parte de ella.
El mes pasado el grupo Facebook presentó una nueva aplicación llamada Facebook Rooms. Está permite a los usuarios crear salas de videoconferencias desde Messenger o Facebook para poder hablar en reuniones e intercambiar impresiones. Si bien estos temas deberán quedarse en eso ya que una de las características de esta aplicación es que las llamadas no están encriptadas de extremo a extremo, es decir, la seguridad no es tal alta como para intercambiar datos personales ya que podrían caer en manos de terceros