Pulsar un botón puede salvar vidas. Ya sea en caso de emergencia o simplemente para combatir el aislamiento de las personas mayores o dependientes a través del servicio de teleasistencia, que funciona conectado a la línea telefónica y permite contactar de forma inmediata con el unidades especiales a través de un pulsador desde cualquier lugar del domicilio. La teleasistencia, que cumple ahora más de 20 años, ha sufrido un evolución positiva desde que se impulsase con la Ley de Dependencia hasta convertirse en el más utilizado entre los que las administraciones públicas destinan a los mayores de 65 años, con más de 942.446 personas usuarias en 2018 (un 7% más que el año anterior), según recoge el balance anual del Imserso (@Imserso). Los beneficiarios, la mayoría mujeres mayores de 80 años, usan este dispositivo que deben llevar encima y cuando se presenta una situación de emergencia, inseguridad, soledad o aislamiento, presionan el botón que les comunica telefónicamente para recibir ayuda. Sin embargo, crecen las voces que piden más recursos y calidad para este servicio ante el progresivo envejecimiento de la población.
Servicios Sociales para mayores de 65 años (2018)
Fuente: Imserso
Aunque la teleasistencia lidera el ránking de servicios para mayores, su cobertura solo llega al 10,41% del total de población mayor de 65 años en España (9.055.580 personas), seguido del 4,99% de la Ayuda a Domicilio, el 4,21% de los centros residenciales, y los Centros del Día (1,07%), o viviendas para mayores (0,11%), tal como se extrae del análisis anual que se realiza desde el año 2000 desde el Imserso, con la colaboración de las comunidades autónomas, las Diputaciones Forales Vascas y las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla. En todas ellas se ha producido una evolución positiva, salvo en los años de la crisis, con diferencias importantes dependiendo de la región, que es quien gestiona los contratos con las empresas que prestan el servicio final.
Fallos técnicos y de servicio
Pero este incremento de usuarios de la teleseasistencia que supone más de un 43% desde 2010, contrasta con los fallos del servicio que continúan produciéndose. Entre los 812.000 dispositivos de teleasistencia en funcionamiento, los fallos en la línea o en la tecnología de respuesta han dejado incluso a 21.000 personas sin servicio en Barcelona durante unas horas en agosto, hecho que se han repetido en otros puntos de España como Andalucía o Galicia durante el último año. Un dato especialmente preocupante para los colectivos vulnerables, como los mayores dependientes. Los sindicatos denuncian además, los recortes de personal en este sector, que junto con la ayuda a domicilio viven una situación "feminizada y precaria".
Fuente: Imserso
Andalucía y Extremadura en las antípodas de la prestación del servicio
Andalucía destaca por ser la región que mayor cobertura ofrece de teleasistencia, llegando a más de 239.931 personas mayores de 65 años, seguida de Cataluña con 211.590 usuarios mayores, o la Comunidad de Madrid con 188.586 personas atendidas a cierre de 2018. Mientras, en Extremadura o Canarias, no llegan a cubrir el 1-2% de la población, según los datos del Imserso. Precisamente la consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la la Junta de Andalucía se congratulaba a finales de año por la buena cobertura del Servicio Andaluz de Teleasistencia (SAT), recordando que “son muchas más personas las que se benefician en Andalucía de este servicio, ya que a estas personas hay que añadir aquellas que conviven con los titulares y que tienen más de 65 años, así como las personas cuidadoras de las dependientes, que también pueden hacer uso del dispositivo de teleasistencia y se les presta la misma atención”, aseguraba la consejera Rocío Rúiz.
En la otra punta, la Consejería de Igualdad de la Junta de Extremadura, ha anunciado que reivindicará ante el Gobierno central entre otras cuestiones, la "necesidad prioritaria" de cofinancianciar las ayudas a la Dependencia y la teleasistencia, según recoge la ley estatal. Así, recuerda que el Gobierno de España "no acaba de pagar a las comunidades autónomas la parte correspondiente de la cofinanciación" de servicios sociales recogidos en la ley de Dependencia. "No es un problema sólo del Gobierno actual. En los siete años que gobernó el PP no se ha pagado nunca el 50% de la Ley de Dependencia", que es la cifra acordara cuando nació este servicio. Como consecuencia, en Extremadura tan solo se atiende a 2.272 personas, una de las cifras más bajas de todo el territorio nacional, exceptuando Ceuta y Melilla.
Fuente: Imserso
Mujer mayor de 80 años, el perfil prioritario
Los servicios de teleasistencia y Ayuda a Domicilio atienden principalmente a mujeres de más de 80 años que viven solas, que representan más de la mitad de las personas usuarias de estos servicios. En concreto, más del 68,9% de las personas usuarias (310.975) son mayores de 80 años, y hasta el 73% de ellas son mujeres. Canarias destaca por ser la que más personas usuarias tiene de entre 65 y 79 años, mientras que en el resto, la mayoría es octogenaria. La Comunidad Valenciana es la que tiene un precio anual más alto por usuario (246,48 euros), que se distibuye en la mayoría de los casos en cuotas mensuales en función de la renta. Le sigue Galicia, cuya cuota anual es de 239 euros por usuario, pero en la mayor parte de los casos cuentan con subvenciones. La presidenta de la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España (@MayoresUDP), Paca Tricio, considera que la administración debería dar acceso gratuito al servicio de teleasistencia a todas las personas mayores de 65 años "para no morir en soledad".
Desde el Defensor del Pueblo (@DefensorPuebloE) señalan que les preocupa especialmente el servicio que se a presta los usuarios de teleasistencia domiciliaria, en su mayoría personas de edad avanzada, "que precisan que el servicio de telefonía se les preste de manera correcta y sin incidencias". En su informe anual, recuerdan que durante 2018 recibieron quejas, la mayoría de familiares de los afectados, en las que se pone de manifiesto "tanto la preocupación por la falta de teleasistencia como la urgencia en la resolución de la incidencia", dejando miles de llamadas inatendididas o en espera. "Puestos los hechos en conocimiento del operador, generalmente la compañía Telefónica, y de la Secretaría de Estado para el Avance Digital, se ha dado solución al problema planteado y se ha procedido también al abono correspondiente derivado de la interrupción del servicio", señalan desde el Defensor del Pueblo.
Fuente: Imserso
Sector feminizado y falta de recursos
El grupo de profesionales que atienden a las personas en situación de dependencias está altamente feminizado, (76% de los profesionales son mujeres) y según denuncia Comisiones Obreras, se siguen produciendo recortes de personal aunque el sector se haya recuperado tras los años de la crisis. Además otro de los puntos débiles es que no presta atenciones de carácter sanitario (atención médica, manipulación de aparatos o instrumentos que precisen de conocimientos profesionales, que sean competencia de personal sanitario, traslado a centros de salud u hospitalarios y similares). "En los casos en los que el Centro de Atención de Llamadas valore necesaria una atención presencial, el servicio desplazará al domicilio a personal de apoyo, no sanitario, para atender la situación producida", señalan desde el Ayuntamiento de Madrid.
En las centrales de teleasistencia, un 30% de las llamadas tienen una relación directa con problemas relacionados con la salud del usuario, pero solo en un 6% de los casos se movilizan servicios públicos. Asimismo, la teleasistencia mitiga los efectos negativos de la soledad. Según datos de la Agencia de Servicios Sociales y Dependencia de Andalucía (ASSDA), en Andalucía el 32% de las llamadas que las personas usuarias han realizado al Servicio de Teleasistencia se han producido por motivos de conversación y compañía. Otro de los puntos más valorados por los usuarios es que el centro de llamadas Identifica al usuario, sobre todo en los casos en los que ha pulsado el botón de emergencia y cuenta son servicios de apoyo en la prevención y detección de situaciones de riesgo.