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Un documental de la Asociación Madrileña de Atención a la Dependencia (AMADE) denuncia la falta de reconocimiento a los profesionales de las residencias de mayores de España, que han "salvado muchísimas vidas" y han vivido "experiencias muy traumáticas" y, sin embargo, han sido "cuestionados" y "señalados".
El documental, titulado Testimonios de la Covid y dirigido por Sonia Villarroel, da voz a profesionales de residencias que aseguran haber "llorado mucho", haberse visto "desbordados" en marzo cuando llegó la Covid-19 y que "renunciaron a días libres y vacaciones" para seguir ayudando.
"Nos vino muy grande, no estábamos preparadas, los abuelos empezaban a enfermar y no dábamos abasto, fue un desbordamiento total", relata una auxiliar de residencia, al tiempo que otra trabajadora cuenta cómo tuvo que limitar el contacto con su bebé, o lo "duro" que fue tener que "clasificar" a los ancianos.
También un familiar de una residente explica que las profesionales de la residencia fueron sus "ojos, besos y abrazos" en el momento de fallecer su madre.
A pesar de esto, la presidenta de AMADE, Pilar Ramos, ha lamentado que "se ha cuestionado" lo que han hecho en las residencias durante la pandemia y ha añadido que le gustaría que algún día se diga que los trabajadores de estos centros "salvaron muchísimas vidas", a pesar del "miedo" y de tener que "renunciar a sus familias", sin saber "cuándo iban a poder volver a casa".
"El objetivo es que la sociedad conozca el trabajo de tanta gente sin nombre, volcada, luchando, siendo rechazada en algunos casos, sobre todo, en poblaciones pequeñas, siendo señalados. En los supermercados la gente se retiraba de ellos, no fuera a ser que les contagiaran. Esto es muy duro y queríamos ponerle voz", ha subrayado Ramos este jueves en rueda de prensa.
En este sentido, la directora de AMADE, Inmaculada Cerejido, ha añadido que quieren que este documental llegue tan lejos como aquellas imágenes de los peores momentos de la pandemia en las que se veía a ancianos saludando por la ventana de sus habitaciones en las que tenían que estar confinados. "Queremos llegar con este vídeo a esos mismos lugares donde se echaban las manos a la cabeza", ha afirmado.
Además, la directora del documental, Sonia Villarroel, ha puesto de manifiesto que durante el rodaje han encontrado a profesionales que "siguen arrastrando un efecto psicológico muy fuerte" tras haberse contagiado, tras haber trabajado "día y noche", tras tener que hacer de "médico y psicólogo", tras haber visto fallecer a tantos ancianos.
"Cuando decimos los ciudadanos que esto ha sido duro, es un chiste comparado con lo que ha pasado la gente y los trabajadores de las residencias", ha afirmado.