La tienda más antigua de Madrid: 400 años de historia y un pasadizo que conecta con el Palacio Real
Se trata de una botica conocida como la Farmacia de la Reina Madre
En el corazón de las ciudades, entre los paisajes urbanos llenos de gente y las vidas apresuradas de sus habitantes, yace una multitud de misterios esperando ser descubiertos: callejones olvidados que cuentan historias de tiempos pasados, edificios imponentes que guardan secretos en sus paredes... Estos misterios, a menudo entrelazados con la historia, la arquitectura y la cultura de cada lugar, atraen la curiosidad de residentes y visitantes, alimentando la fascinación por lo desconocido.
Y así, en los rincones más recónditos de las ciudades, se encuentran las tiendas antiguas, enigmáticas y llenas de historias por descubrir. Se trata de algo más que simples lugares de comercio; son verdaderos vestigios del pasado, testigos de épocas que se resisten a desaparecer en medio del progreso moderno. Sus puertas invitan a los y las visitantes a adentrarse en un mundo de antigüedades, donde cada objeto cuenta una historia y cada rincón guarda un secreto por revelar.
Tal es el caso de la Farmacia de la Reina Madre, en Madrid, conocida por ser la tienda más antigua de la capital y por contar con un pasadizo que desemboca en el Palacio Real.
Una creación de Juan Bautista Juanini en 1578
La historia de la Farmacia de la Reina Madre comenzó en 1578, de la mano del veneciano Juan Bautista Juanini. El alquimista decidió ubicarla en la calle Sacramento —bajo el nombre 'Botica de la Corte'—, hasta que fue trasladada a la calle Mayor, 59.
Tras la muerte de Juanini, el establecimiento recibió un nuevo nombre: 'Farmacia de la Reina Madre'. ¿La razón? El homenaje a la segunda esposa de Felipe V: Isabel de Farnesio, clienta habitual de la botica.
Su preferencia por la farmacia hizo que se llegase a construir un pasadizo que conectaba la botica con el Palacio Real, hoy inaccesible pero observable a través de un cristal.
La farmacia de la nobleza y de miembros de la cultura española
Pero más allá de contar con la propia Reina como clienta, la Farmacia de la Reina Madre llegó a convertirse en lugar de referencia para algunos miembros de la cultura española.
Figuras como Lope de Vega, Francisco de Quevedo, Calderón de la Barca y el Conde-Duque de Olivares conforman la lista de clientes que traspasaron las puertas de la botica.
También fue el punto de encuentro de las reuniones que los intelectuales liberales, republicanos y progresistas mantuvieron en el siglo XIX, entre cuyos nombres destaca Benito Pérez Galdós.
Un viaje al pasado desde el presente
Otra de las razones por las que destaca la Farmacia de la Reina Madre, además de su increíble pasado histórico, es porque permite realizar un viaje al pasado desde el presente. Su conservación de gran parte de la decoración original —mobiliario, frascos de farmacia y un botiquín— la ha convertido en un atractivo turístico de la capital madrileña.
Por este motivo, se pueden realizar visitas guiadas para conocer la historia de la farmacia, así como su decoración y los productos antiguos que mantiene.
El establecimiento fue declarado Bien de Interés Cultural por la Comunidad de Madrid en 2013.
