La tortuga Jonathan, con 191 años, es el animal más longevo del mundo

La isla de Santa Elena, territorio británico ubicado en el Atlántico Sur, acoge a un distinguido habitante que ha resistito al paso de los años: Jonathan, una tortuga gigante de las Seychelles que recientemente cumplió 191 años. Esta impresionante longevidad la convierte en el animal más longevo del mundo, según la revista Muy Interesante. 

Esta subespecie de la tortuga gigante de Aldabra, llegó al mundo supuestamente en 1832 en el atalón de las Seychelles. Cuando ya contaba con al menos 50 años, fue trasladada desde allí a su residencia actual, la isla de Santa Elena. La veneración que despierta esta tortuga es tal que se le atribuye un estatus de tesoro nacional y, además, figura en la moneda local de cinco peniques.

A pesar de su longevidad, Jonathan conserva una muy buena salud gracias a la dieta que le administran sus cuidadores, formada por frutas y verduras especialmente seleccionadas por su alto contenido vitamínico. Aunque ha experimentado la pérdida de su sentido del olfato y sufre de cataratas, su apetito sigue siendo vigoroso.

Las características biológicas de estas tortugas gigantes podrían explicar su longevidad, según los expertos, ya que presentan un metabolismo lento y una tasa de crecimiento reducida que contribuyen a minimizar el desgaste corporal a lo largo del tiempo. Además, el apacible entorno de Santa Elena, libre de depredadores naturales y con un clima favorable, ha jugado también un papel importante. 

Estas impresionantes criaturas, con un peso de hasta los 250 kilogramos, juegan un papel fundamental en el ecosistema de Santa Elena. Son responsables de la dispersión de semillas y moldean los paisajes a través de sus hábitos de pastoreo. A pesar de las amenazas de extinción que han enfrentado, estas tortugas gigantes siguen siendo una especie fascinante y crucial en la historia natural e nuestro planeta.