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Sociedad
La tragedia de Nuria: muere desangrada en el quirófano y su familia aún no ha podido enterrarla
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Foto: Telemadrid
Martes 8 de junio de 2021
ACTUALIZADO : Martes 8 de junio de 2021 a las 10:10 H
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La familia ha puesto tres denuncias contra el hospital, pero la juez ha desautorizado su autopsia
Nuria tenía 35 años, era administrativa, estaba soltera y sin hijos, y falleció el viernes 28 de mayo en el quirófano del Hospital público del Henares de Coslada en una cirugía menor del riñón, según informa El Mundo.
El hospital tardó una semana en hacerle la autopsia clínica y concluyó que se desangró. Sin embargo, el juez ha desautorizado una segunda autopsia de un forense, por lo que la familia ha presentado tres denuncias contra el Hospital. Diez días después de su muerte, sus parientes aún no la han podido enterrar.
Nuria López, vivía en Coslada y era la menor de tres hermanos. Estaba sana aunque tenía diabetes. Tenía malformación congénita y uno de los riñones le funcionaba al 35%. "No se quería operar, pero el urólogo del hospital la convenció, ya que le dijeron que era algo sencillo e incluso le daban el alta el mismo día de la operación", contaba su hermana Susana en el diario. La cirugía consistía en separar la arteria ilíaca del riñón e implantarle en este un catéter uretral denominado, doble J, para facilitar el flujo de la orina y darle una mejor calidad de vida. Entró en el quirófano a las siete de la mañana y antes del mediodía los médicos empezaron a correr en busca de bolsas de sangre, según explicaban sus parientes. En primer lugar dijeron a sus hermanas y a sus padres que había sufrido un infarto. Una hora después falleció en la sala de operaciones y se lo comunicaron a la propia familia. "Fue un mazado y ya fue muy raro que nos dieran la mala noticia unos médicos que no la habían operado", explicaba con extrañeza su hermana.
Ese día nadie les dio una explicación de la causa de su muerte y el hospital pidió permiso a la familia para hacer una autopsia clínica para determinarlas. Su hermana aceptó. Lo que no esperaban era que les comunicaran que hasta el lunes no se le haría el examen al cadáver.
Empezaron a notar que algo iba mal
Conforme los días pasaron, la familia empezó a impacientarse al no recibir noticia. Empezaron a sospechar que algo querían esconder conforme más demoraban la autopsia. Así, el martes de la semana pasada, pusieron una demanda escrita a mano en el juzgado de guardia número 4 de Coslada exigiendo una prueba forense para aclarar lo ocurrido en la muerte de Nuria.
Empezaron a notar que algo iba mal, sobre todo después de que les entregaran un acta de defunción donde decía que murió el 31 de mayo, en lugar del día 28. La familia se enteró por amigos que los médicos que la operaron podían haber cometido un grave error y que alguno de ellos estaba de baja psicológica. Pidiendo justicia, sus parientes empezaron a empapelar de carteles las calles de Coslada para delatar el caso. Incluso pidieron ayuda al alcalde de San Fernando para que intentase mediar en el caso y que solicitase a su homólogo de Coslada que hiciese algo. "El alcalde de San Fernando sí habló con la familia, se portó muy bien, pero el de Coslada no nos hizo nada de caso", explicaba una prima de Nuria.
El pasado viernes el juzgado número 4 de Coslada archivó la primera demanda de la familia, autorizó su enterramiento y se negó a que se le hiciese una autopsia judicial. Ese mismo día el Hospital del Henares entregó el resultado de la autopsia clínica indicando que la causa de la muerte era un paro cardiaco por shock hipoglucémico. Este informe preliminar indicaba que había muerto desangrada por "la rotura de la vena cava previamente suturada", pese a que esa arteria no había que tocarla en la operación, según asegura la familia.
"Han roto una vida en el quirófano"
"Ha sido una cadena de errores desde el principio. ¿Cómo es posible que no pudieran cortar una hemorragia en una operación?", se preguntaba Susana. "El día de su muerte yo firmé la autorización para que le hicieran la autopsia clínica. Nunca pensé que sucedería esto. Creía que iba a ser una autopsia de un forense. Por humanidad queremos saber que pasó y si la vena estaba mal o si ha sido una mala praxis", añadía. "Mi hermana falleció un viernes y el domingo tenía que estar ya enterrada y con una autopsia. Encima que te la matan no podemos cerrar este duelo. Han roto una vida en el quirófano y muchas más alrededor", recalcaba su hermana.
Tras desestimar la juez la denuncia el abogado de la familia, Luis Montero, puso dos recursos de reforma y apelación, el pasado viernes, en el juzgado de Coslada, pidiendo una segunda autopsia a la Audiencia Provincial. También ha puesto otra denuncia por una supuesta negligencia médica. "Creo que la juez no ha hecho las indagaciones correspondientes y pedimos que el cuerpo se traslade al Instituto de Medicina Legal para una autopsia", explicaba Montero. "El juzgado debería de haber mandado a un forense desde el principio y encima no ha querido hablar con nosotros", señaló el abogado.
La familia ha contratado un forense particular para que les asesore en el caso y ha pedido al hospital el nombre de los médicos y enfermeros que participaron en la operación.
El cuerpo de Nuria sigue en el depósito del hospital de Alcalá. Según el abogado, le han quitado todos los órganos aunque los mantienen en formol y la han vaciado. El hospital dice que investiga el caso y que está a disposición de la familia y de la justicia.