Centenares de personas se han manifestado en Trapagaran (Vizcaya) para parar una okupación que se registró 28 de junio en una vivienda unifamiliar de un octogenario del barrio La Escontrilla de esa misma localidad.
La manifestación que comenzó a las 19 horas transcurrió con normalidad, como había pedido la familia del hombre al que le han okupado la vivienda, hasta que un grupo de 50 jóvenes traspasó el cerco policial, y empezó a lanzar piedras a la vivienda para presionar a los okupas, lo que provocó que la Ertzaintza tuviera que disolver al grupo. Más tarde, la policía detuvo a dos de las personas que habían atentado contra la autoridad.
Malestar entre los vecinos
Xabier Cuéllar, alcalde de la localidad ha pedido "cabeza fría" y "sentido común" a los vecinos para evitar conflictos mayores, en declaraciones recogidas por Tele7.
La casa lleva okupada tres semanas, cuando su propietario, Jesús, de 85 años, se encontraba en casa de su hija recuperándose de dos operaciones de rodilla. La empresa de alarmas avisó de la presencia de un intruso en la vivienda, y al día siguiente se confirmó que la casa había sido okupada.
"No entendemos que los derechos de algunas personas tengan más valor que los de otras. Mi tío Jesús lleva viviendo toda su vida en esta casa y ahora que ha debido ausentarse de ella por cuestiones de salud se enfrenta al hecho de que aunque quiera no puede volver porque se la han okupado", declaraba su sobrino José Antonio.
El Ayuntanmiento de Trapagaran emitió un comunicado donde explica que al tratarse de una cuestión jurídico civil privada, debe resolverse entre la propiedad y los okupantes.
Aún así, desde el consistorio intentarán que los enfrentamientos no vuelvan a producirse, además de llevar a cabo un seguimiento de la familia del okupante, a través de los Servicios Sociales.
La familia de Jesús presentará una denuncia civil con el fin de que esta situación se acabe, y el hombre pueda volver a su casa.