Por seguridad, es mejor congelar el pescado antes de consumirlo, pero es cierto que el sabor no es el mismo que cuando está recién traído de la lonja.
Eso sí, la diferencia no tiene por qué ser siempre abismal: si se siguen una serie de pasos, se puede lograr un resultado que se acerca más al sabor auténtico del pescado.
Los pasos
Lo primero que hay que hacer es descongelar correctamente el producto y, para ello, es importante que no se rompa la cadena de frío desde el supermercado hasta el congelador.
Posteriormente, es importante planificar cuándo lo vamos a cocinar y, por ello, es mejor que el pescado se descongele durante todo un día dentro de congelador y no hacerlo de forma brusca por otros medios o a temperatura ambiente en un plato –hay riesgo de que pierda su sabor–.
Además, no todas las partes de la nevera valen igual para este proceso. Lo mejor, es que sea en la zonas menos frías y con un plato debajo, para que no gotee y se quede empapado.
Finalmente, el truco definitivo para ser el o la mejor chef es el siguiente: echarle leche.
En concreto, una vez esté bien descongelado el producto es recomendable bañar el pez en este líquido durante una hora.
Una vez hecho, sécalo y estará listo para la sartén o el horno.
Sobre el autor:
Raúl Arias
Raúl Arias es periodista especializado en Política, Economía y Sociedad. Licenciado en la Universidad Complutense de Madrid, ha trabajado en diferentes medios de tirada nacional, siempre pegado a la actualidad.