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El caso está en todas las televisiones españolas, ya que a la gravedad de volver a casa y encontrarse con que alguien la ha okupado se le ha añadido que la okupa es su propia nieta.
Es la historia de Vicente, de 87 años, que viajó a Cartagena (Murcia) como de costumbre a visitar a su mujer, donde se encuentra ingresada en una residencia porque sufre alzhéimer. Una vez allí recibió una llamada informándole de la okupación y cuál fue su sorpresa al descubrir que la persona que había entrado sin permiso en la vivienda era su nieta Paula, de 18 años.
La madre de la okupa, Amelia, y su abuelo la han denunciado, pero al ser familiares se ha demorado el proceso de desalojo de la casa, ya ya han pasado más de 20 días desde que la chica se hizo con la casa de su abuelo.
Ante esta situación, Amelia decidió contactar con una empresa dedicada a desokupar viviendas para desalojar a su hija, con la que ya habían tenido problemas y había estado internada en un centro de menores. Recurrir a esta empresa no les ha servido de nada, ya que la joven llamó a la Policía.
Ahora toca esperar y verse las caras en los tribunales. Vicente ha tenido que irse a vivir con su hija.