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La Covid-19 propició un notable aumento en la cifra de personas vacunadas frente a la gripe, en la campaña de vacunación 2020-2021, según datos recopilados por 'El Gripómetro', el estudio demográfico sobre vacunación antigripal que realiza Sanofi cada año.
Aunque se han registrado leves retrocesos, las elevadas ratios alcanzados en plena pandemia se han mantenido en la temporada 2021-2022, de acuerdo a los resultados finales de la edición de este año. Destaca especialmente la tasa de cobertura de los profesionales sanitarios que se ha mantenido en el 70 por ciento (en 2020-2021 fue del 73,9 por ciento), muy por encima de las cifras prepandémicas de entorno el 40 por ciento.
También se mantienen las coberturas entre los mayores de 65 años. 'El Gripómetro' ha cuantificado que se ha protegido de la gripe el 66,2 por ciento de esta población frente al 67,7 por ciento registrado por el Ministerio de Sanidad en 2020-2021.
Destaca el comportamiento de los mayores de 70 años con una cobertura vacunal que alcanzó el 68,1 por ciento y que se incrementa hasta un 71,4 por ciento en la franja de edad de 75 años o más, situándose cerca del 75 por ciento planteado como objetivo de vacunación por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Comisión Europea.
El descenso más notable se ha registrado en las personas de riesgo (embarazadas y personas con enfermedades crónicas) de entre 18 y 64 años, con una caída a la mitad en la tasa de vacunación al pasar del 49,3 por ciento al 25,1 por ciento, volviendo a niveles prepandemia. El descenso ha sido menos acusado entre las personas de riesgo mayores de 65 años, entre quienes la cobertura ha pasado del 80,9 por ciento, registrado esta última campaña, al 73,9 por ciento.
"La consolidación de las coberturas en mayores de 65 años es un dato muy positivo. Es importante que la vacunación antigripal sea entendida como un hábito de vida saludable que les ayuda a protegerse frente una enfermedad infecciosa que puede ser muy severa en las personas de edad más avanzada. En contraposición, la caída de la tasa de vacunación en las personas con enfermedades crónicas evidencia que los profesionales sanitarios debemos continuar informando a estos pacientes vulnerables sobre las posibles complicaciones que les podría acarrear la gripe y el beneficio que les aporta la vacunación", ha comentado Esther Redondo, responsable de Vacunas del Grupo de Trabajo de Infecciosas, Migrante, Vacunas y Actividades Preventivas de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN).
En total, se ha protegido de la gripe el 23 por ciento de la población, frente al 27,1 por ciento de hace un año, de las cuales un 66,7 por ciento se ha vacunado de manera conjunta de la gripe y la Covid-19. En este sentido, el 83,5 por ciento de los encuestados afirma que su decisión de vacunarse fue independiente a la administración de la tercera dosis de la Covid-19, mientras que un 14,7 por ciento confiesa haberse protegido por esta razón.
Por otro lado, la situación pandémica continúa siendo un factor que influye en la decisión de vacunarse frente a la gripe, ya que un 35,6 por ciento lo hizo porque confiaban en que la vacuna antigripal también les protegería frente al coronavirus o por temor a contraer la Covid-19 y la gripe y que se agravase su estado de salud.
Por comunidades autónomas
Por comunidades autónomas, La Rioja, País Vasco, Galicia, Andalucía, Navarra y Asturias son las que han registrado mejores ratios entre los mayores de 65 años. Las seis han superado el 70 por ciento de cobertura en este colectivo de edad. En general, se observa que las autonomías de norte del país están más concienciadas que las de la zona del mediterráneo.
La gripe es una enfermedad vírica altamente infecciosa que produce epidemias cada año. Se calcula que mueren entre 3.900 y 15.000 personas anualmente a causa de esta enfermedad en España, principalmente mayores de 65 años. También es responsable de hasta 50.000 hospitalizaciones anuales y de serias complicaciones cardiovasculares. Esta infección multiplica entre 6-10 veces el riesgo de infarto y por 3-8 veces el de ictus.
A pesar de estos datos, únicamente el 20 por ciento de la población la percibe como una enfermedad grave y que puede provocar la muerte, según 'El Gripómetro'. Acerca de los efectos perjudiciales que puede desencadenar la gripe, se observa un alto conocimiento sobre su capacidad para causar ingresos hospitalarios, agravar enfermedades pulmonares o respiratorias crónicas o una insuficiencia renal. No obstante, complicaciones como el infarto agudo de miocardio, un ictus, un derrame cerebral o agravar la diabetes, siguen siendo unas grandes desconocidas.
Las personas consultadas afirman estar poco informadas por parte del personal sanitario sobre las posibles complicaciones en las que puede derivar la gripe. Sólo un 28 por ciento opina estar bastante o muy informado. Los más predispuestos al cambio son los pacientes crónicos menores de 65 años pues el 41,3 por ciento sí se vacunaría de conocer los riesgos que conlleva la gripe.
Los principales motivos para no vacunarse son tener buena salud, no tener riesgo de contraer la gripe y falta de confianza en la vacuna. En cambio, los motivos para vacunarse son por recomendación por parte del profesional sanitario, prevención y confianza en la vacuna y protección para no contagiar a su entorno.
En esta edición, entre las personas vacunadas o con intención de vacunarse, se observa que la acción de recomendación/prescripción pierde importancia y lo que prevalece en la amplia mayoría es la decisión propia o el mero hecho de hacerlo por hábito (84 por ciento vs 16 por ciento).
Entre aquellos que indican que se han vacunado por recomendación, los profesionales sanitarios siguen destacando como los principales influyentes. El entorno (familiar y laboral) sigue manteniendo la importancia ganada durante la campaña anterior, sin embargo, los medios de comunicación pierden terreno al haber incidido mucho menos en la necesidad de vacunarse frente a la gripe.