Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorLa diabetes tipo 2 es una enfermedad crónica que afecta mayoritariamente a las personas adultas, aunque en los últimos años se ha observado un incremento de casos entre los menores de edad, debido al aumento de casos de obesidad infantil, enfermedad con la que la diabetes tipo 2 está directamente relacionada, así como con el sedentarismo. Se calcula que alrededor del 13,8% de los españoles españolas mayores de 18 años tienen diabetes tipo 2.
Para las personas que padecen esta enfermedad, que se caracteriza por un aumento del azúcar en sangre, pasar del control de la diabetes con hábitos de vida saludables y un tratamiento oral, a tener que inyectarse insulina, puede suponerles un trasiego e ir acompañado de miedo a las agujas e incluso ser reticentes a iniciar el tratamiento. Es lo que se conoce como resistencia psicológica a la insulina y afecta, aproximadamente, al 30% de las personas que han de iniciar este tipo de tratamiento.
Esta resistencia psicológica al tratamiento con una inyección de insulina puede estar causado por diversos factores:
En estos casos, cuando el temor puede comprometer seguir el tratamiento adecuado, poner en práctica estos consejos te ayudará a frenar el miedo o como mínimo a sobrellevarlo.
Como decía, algunos temores pueden nacer del desconocimiento de la enfermedad y el tratamiento. No lo escondas, habla con tu médico y expresa tus dudas. Compartir con un profesional aquellos aspectos que te preocupan es la mejor manera de deshacerse de falsas leyendas, perder el miedo y sentirse apoyado.
Ten curiosidad e infórmate sobre la enfermedad y cómo actúa la insulina en el cuerpo y qué efectos tiene. Te servirá para familiarizarte más con la enfermedad y el tratamiento.
Hace unos años la insulina se inyectaba mediante una fina jeringa con una aguja de unos 3 o 4 centímetros. Actualmente y gracias a los avances en farmacología, la mayoría de las veces ya no es necesario preparar la jeringa, sino que la insulina viene preparada en una especie de bolígrafo, conocido como pluma de insulina, precargado con la insulina en los que solo hay que marcar la dosis que se necesita mediante un dial e incorporar la aguja, que en este caso tan solo mide unos 5 milímetros. Conocer este dispositivo, su funcionamiento y sus ventajas reduce considerablemente la resistencia psicológica al tratamiento.
Quédate con esta premisa y cambia la agua cada vez que tengas que pincharte, pues son agujas muy finas, con la punta biselada que solo con atravesar la piel puede estropearse, produciendo un poco de dolor en una nueva toma.
Sufrir una hipoglucemia es una sensación desagradable (y peligrosa): mareo, visión borrosa, hambre, irritabilidad, sensación de pérdida de control… Cuando se ha padecido una hipoglucemia o se ha presenciado en otras personas, puede aparecer miedo a que se produzca con lo que hay quien evita pincharse por si baja el azúcar de manera brusca.
El modo de que esto no ocurra es aprender a ajustar bien la dosis de insulina y si existe temor, comunicarlo al médico para que pueda explicar cuáles son los síntomas y qué hacer en el caso de que se produzca.