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Charo tiene 80 años y vive sola en el barrio de Malasaña, en Madrid, en unos de los 14 edificios vendidos a la Fundación de Santamarca y de San Ramón y San Antonio (Fusara) –fundación civil gestionada por la Iglesia, en cuyo patronato se encuentran el Arzobispo de Madrid, el alcalde de Madrid y el delegado del Gobierno de la Comunidad de Madrid, entre otros–, una venta opaca de viviendas de donde la quieren echar a ella y al resto de vecinos.
Los inquilinos de los distintos bloques de viviendas viven con la incertidumbre de quedarse sin un techo bajo el que vivir. Los vecinos cuyos contratos han vencido ya han decidido no marcharse porque se consideran la venta irregular. Otros, mientras tanto, tienen contratos a los que se le ha aplicado una prórroga forzosa y dicen que "se temen lo peor" puesto que no saben si se van a respetar esos contratos.
Debido a la cuarentena tras el estado de alarma decretado por el coronavirus, y al ser una persona de riesgo, Charo está confinada en su casa. Pese a no poder recibir visitas de sus familiares, eso no ha impedido, sin embargo, que haya podido celebrar su cumpleaños, gracias al detalle que han tenido con ella sus vecinos.
Al abrir la puerta, Charo encontró una tarta con una vela que le habían dejado los otros inquilinos del edificio en el rellano. Estos, además, le cantaron el cumpleños feliz desde sus ventanas, lo que provocó que la homenajeada no pudiera contener las lágrimas ante esta sorpresa. La mujer dio las gracias a todas aquellas personas que se habían acordado de ella en un día tan especial.
Charo vive sola y hoy es su cumpleaños. Como al resto d familias de #Churruca15, uno d los 14 edificios vendidos por #Fusara, la quieren echar de casa. Hoy sus vecinas han querido estar con ella
— Lavapies ¿dónde vas? (@lavapiesdondeva) March 16, 2020
Estas cosas pasan en los #BloquesEnLucha, q se crea comunidad.#PlanDeChoqueSocial pic.twitter.com/PhUM3cLtBV
