Sociedad
Virginie Oliver, la centenaria que lleva más de 90 años pescando langostas
Desde que empezó a trabajar a los 8 años no ha parado, y no entra en sus planes hacerlo ahora
Virginie Oliver comenzó a pescar langostas en la costa rocosa de Maine (Estados Unidos) cuando tenía 8 años, y desde entonces no ha dejado de hacerlo. A día de hoy. a sus 101 años. se sube al barco que perteneció a su difunto esposo, y que lleva su nombre, Virginie, para seguir trabajando mano a mano con su hijo Max, de 78 años.
Las pescadora de langosta más longeva del mundo no tiene pensado retirarse, y lo único que le preocupa es la salud de las langostas de Maine: "Lo he hecho toda mi vida, así que también podría seguir haciéndolo", aseguró a The Associated Press.
La industria de la langosta ha cambiado mucho desde que Oliver empezó a trabajar, y estos crustáceos han pasado de ser un alimento al alcance de todos que solo costaban 28 centavos la libra (casi medio kilográmo), a ser un manjar que no todos se pueden permitir, que cuesta 15 veces más.También las técnicas para pescar han evolucionado: las trampas de madera han dado paso a las de alambre.
Pero hay cosas que siguen igual en el día a día de esta mujer centenaria. Por ejemplo, sigue poniendo el mismo tipo de peces, los lacha, en las trampas para atraer a las langostas. Y sigue levantándose mucho antes de que amanezca para irse a pescar.
Un negocio familiar
La vida de Virgine estaba destinada a este negocio: su padre era comerciante de langosta. Con el cambio de siglo, ella transmitió la pasión por este negocio a su hijo, que le acompañaba en todos sus viajes.
Un amigo de la familia, Wayne Gray, confesó al medio que hace unos años Virgine tuvo un pequeño accidente, cuando un cangrejo le cortó un dedo, y le tuvieron que dar siete puntos: “El doctor la regañó, dijo '¿Por qué estás ahí afuera pescando langostas?'. A lo que ella, demostrando su carácter respondió "Porque quiero".
A pesar de llevar prácticamente toda su vida dedicada al oficio, aún sigue emocionándose cada vez que cena una langosta que previamente ella misma ha pescado.
Entre los planes de esta mujer no está el dejar de montarse en su barco: “Me gusta hacerlo, me gusta estar junto al agua, así que voy a seguir haciéndolo todo el tiempo que pueda".
“I’ve done it all my life, so I might as well keep doing it.” When Virginia Oliver started trapping lobster off Maine’s rocky coast, World War II was more than a decade in the future. At 101, she's still at it. Read: https://t.co/89eZqZCA4a pic.twitter.com/8JGr1zyXbS
— The Associated Press (@AP) September 16, 2021
