El virus de Crimea-Congo lleva circulando por España desde el año 2016. Esta enfermedad, causada por el virus Nairovirus, está muy extendida en África, Oriente Medio, Asia y los Balcanes.
No obstante, el Centro Nacional de Microbiología del Instituto Carlos III llevó a cabo un estudio durante 2016 y 2018, que ha revelado cómo se ha extendido el virus por España. La investigación fue liderada por las científicas Anabel Negredo y Mari Paz Sánchez Seco y se publicó en la revista Emerging Infectious Diseases.
El estudio reveló que el ciervo es el "huésped que con mayor frecuencia arrojó garrapatas" capaces de extender el virus. Además del ciervo, los jabalíes, cabras o corzos también son capaces de extender la infección.
Los investigadores creen que la especie Hyalomma lusitanicum es una de las responsables de esta infección: "Sugiere que esta garrapata tiene un papel destacado en el ciclo natural del virus", aseguran.
Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que este virus "causa brotes graves de fiebre hemorrágica viral". A pesar de esto, su tasa de mortalidad oscila entre un 10% y un 40%. En cuanto a su trasmisión, son las garrapatas las principales transmisoras , aunque también pueden darse casos entre personas que están en contacto estrecho con sangre u otros líquidos corporales.
Presente en cinco comunidades autónomas
Hace seis años se detectó el primer caso del virus Crimea-Congo, y en total se han detectado ocho: tres en 2018, tres en 2020 y dos en 2021. El estudio concluyó que aún "se necesita investigación para determinar las razones detrás de la alta variabilidad, la distribución real y el origen de las cepas circulantes".
Las cinco comunidades autónomas donde se han confirmado casos son Extremadura, Comunidad de Madrid, Castilla y León, Andalucía y Castilla-La Mancha.
Los síntomas del virus
Los síntomas más frecuentes de la enfermedad son la fiebre, mialgia (dolor muscular), mareo, dolor y rigidez de cuello, lumbago, cefalea, irritación de los ojos y fotofobia (hipersensibilidad a la luz). Además, durante los primeros días pueden darse náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal y dolor de garganta.
A los cuatro días, los síntomas pueden variar y pasar de la somnolencia, depresión y debilidad al dolor abdominal en el cuadrante superior derecho, con hepatomegalia detectable. También la taquicardia, las adenopatías (inflamación de los ganglios linfáticos), y la erupción petequial son otros de los síntomas, según la OMS.
En cuanto al tratamiento, la OMS explica que de momento no hay vacuna disponible ni para humanos ni para animales, que se está utilizando el antiviral ribavirina "con efectos claramente beneficiosos".
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.