Paula Buedo
Sociedad
Las Voces de Oro de la Casa de la Misericordia de Pamplona lanzan su primer disco
El grupo vocal decidió grabar un disco tras la pandemia
Seis canciones y una despedida algo “gamberra” componen el primer disco del grupo vocal “Voces de Oro”, compuesto por varios residentes de la Casa de la Misericordia, en Pamplona. La esperanza y el agradecimiento a la vida son algunos de los mensajes fundamentales que estos mayores quieren lanzar al mundo.
El disco puede obtenerse por 10€ en la Casa de la Misericordia. Además, los beneficios recaudados por la venta del CD se destinarán a la ONG “Tau Fundazioa”, que coopera en ocho países con proyectos de todo tipo.
La música está ligada al ser humano desde tiempos ancestrales. Va mucho más allá del mero ocio, como demuestra su uso en la musicoterapia. Isabel Laranjeira, quien lleva ya ocho años trabajando en programas de envejecimiento activo, es especialista en esta área. “En musicoterapia empleamos la música y todos sus recursos, como son la armonía, la melodía, el ritmo y el silencio para trabajar objetivos a todos los niveles de la persona: cognitivo, emocional, psicosocial, espiritual y psicomotor”, explica.
El grupo vocal vio su actividad normal truncada con la pandemia y la reducción del contacto social. La llegada de la variante Ómicron agudizó aún más el problema, pues impidió que se retomaran los grupos intergeneracionales. En ese punto, se preguntaron qué podían hacer, en un ejercicio sobresaliente de resiliencia. “Decidimos grabar un disco, pero primero trabajamos la parte emocional del dolor que había supuesto este paréntesis”, comenta Isabel. “Empezamos a sacar la cabecita del agujero y de ahí surge un disco que es un canto a la vida”.
Imagen cedida por Isabel Laranjeira
Las historias detrás del CD
Este disco va más allá de ser un conjunto de canciones. Tras él, hay nombres propios con identidad e historia. Además, la experiencia ha generado anécdotas y recuerdos difícilmente olvidables.
Miguelita Revillo toca el piano. Sin embargo, pasó gran parte de su vida sin hacerlo. “Voces de Oro” le ha dado la oportunidad de deslizar sus manos de nuevo sobre las teclas blancas y negras. Acompaña a las voces con el piano, pero el CD también incluye un poema recitado por ella.
María Eva Zabalza no pudo acudir a la grabación, pero, pese a esto, está presente en el disco. Uno de los temas está compuesto por su hermano y, como regalo, lo cedió al grupo. Así, ella también forma parte de este hito en la historia del grupo vocal.
El gran día de la grabación tuvo lugar a mediados de agosto. El hecho de ir a un estudio profesional, ponerse frente a micrófonos, con los cascos y todos los elementos ha sido toda una experiencia. La musicoterapeuta lo narra con gran cariño al recordar cómo se sentaron y, pese a proponerles descansar, refrescarse y merendar, ellos se negaron. “Decían que no, que ellos habían ido allí a trabajar”, explica. “Mostraron la calidad de personas que son: unos luchadores y unos trabajadores”. “Somos alguien”, cuenta que decían. La experiencia les hizo sentirse “como los famosos” y, reflexiona Isabel, esto también es un mensaje de cómo vivimos y concebimos que alguien es más por ser conocido. “Ellos ya eran alguien, solo estaban viviendo una experiencia increíble”, enfatiza.
No se trata de cantar bien
El proyecto “Voces de Oro” no es un coro, sino un grupo vocal. No se trata de cantar bien, sino de formar un grupo, disfrutar y aportar su experiencia de vida. No es necesario tener un bagaje musical anterior. Para algunos, es la primera vez que acuden a un grupo a cantar.
El tratamiento y la música que se emplea se basa en la historia sonora, lo que Isabel califica como “la columna vertebral de la musicoterapia”. La música genera sentimientos y no toda la música es beneficiosa, pues se puede sentir rechazo. A nivel grupal, además, es importante el consenso y la aceptación conjunta de qué hacer.
Color esperanza es uno de los temas que han elegido y grabado para este disco. Cada canción tiene una importante carga simbólica y un mensaje claro. Por ejemplo, A quién le importa defiende la diversidad y la singularidad de cada uno y Andar conmigo llama a la unión.