El pasado lunes 18 de julio, los Mossos d'Esquadra (@mossos) detuvieron a dos hombres y a una mujer por presuntamente estafar 40.000 euros con el timo del tocomocho en el área de Barcelona, según indicaban en un comunicado. Se trata de una estafa tradicional que suele desarrollarse en lugares de tránsito y con la que el estafador o estafadores abordan a la víctima explicando que poseen un billete de lotería premiado, pero que por alguna razón no pueden cobrarlo, por lo que le ofrecen venderle el boleto por menos dinero del que corresponde al premio o por joyas.
La investigación se inició el pasado junio, cuando la Unidad de Investigación de la policía catalana tuvo conocimiento de un grupo de personas que, presuntamente, buscaban víctimas en la vía pública, principalmente de edad avanzada, y les hacían creer que una persona joven, uno de los presuntos estafadores, había ganado un premio con una cantidad muy importante y que quería compartir con los presentes, entre ellos la víctima, una pequeña parte del mismo.
A cambio, la mujer que hacía de gancho "exigía a la víctima que aportara una cantidad de dinero en metálico", argumentado que así se podía fiar de ella, mientras que otro miembro del grupo se hacía pasar por un ciudadano interesado en el ofrecimiento y simulaba aportar el dinero que la mujer exigía, haciendo más creíble la estafa.
Las víctimas iban a los cajeros automáticos próximos y, en algunas ocasiones, les entregaban las joyas de oro que llevaban; cuando los presuntos estafadores tenían el dinero y las joyas, ofrecían a la víctima acompañarla a cobrar los boletos premiados en coche y, durante el trayecto y con cualquier excusa, las dejaban fuera del vehículo y huían con las joyas y el dinero.
Dinero, joyas y boletos de lotería premiados
Los investigadores determinaron que los presuntos agresores "como mínimo" habían protagonizado cuatro estafas denunciadas en Esparreguera, Martorell, Premià de Mar (Barcelona) y Barcelona, así como cuatro delitos más de diferente tipología en Madrid, Alcorcón, Mataró (Barcelona) y Barcelona.
Así pues, el 18 de julio, la Policía Local de Sant Just Desvern (Barcelona) identificó a los tres ocupantes del vehículo en el que se movían los presuntos agresores para buscar más víctimas, y los detuvo porque el coche constaba como sustraído en Madrid y porque uno de ellos tenía una orden de detención pendiente, emitida por un juzgado de Lleida. Durante el registro del vehículo encontraron dinero en efectivo, joyas, libretas bancarias a nombre de las víctimas y boletos de lotería premiados.
Los detenidos, con 44 antecedentes, pasaron el jueves a disposición judicial y el juez en funciones de guardia decretó la libertad con cargos para los tres, pero la investigación sigue abierta y no se descartan más detenciones.
