Wally Funk se va a convertir este martes en la persona de más edad en viajar al espacio, superando al astronauta John Glenn, que tenía 77 años en su última misión. A sus 82 años, forma de la tripulación que ha acompañado al multimillonario Jeff Bezos, fundador de Amazon, en su viaje espacial, a bordo del New Shepard, coincidiendo con el 52 aniversario de la llegada del hombre la Luna
Su nombre completo es Mary Wallace, nació en Las Vegas, en Nuevo México, en 1939, y su pasión por la aviación comenzó a una edad muy temprana. Wally ya formó parte en su momento del proyecto Mercury 13, un pionero grupo de mujeres astronautas que se preparó para ir al espacio en los años 60. A pesar de que superaban en experiencia a los hombres, la NASA les impidió volar.
Ahora, seis décadas de espera después, Wally consigue su objetivo, convirtiéndose en una referente para sus compañeras y en parte de la historia de la exploración espacial.
La tripulación del viaje, organizado por la compañía aeroespacial Blue Origin, está formada por dos personas más: el hermano menor de Jeff, Mark Bezos, y un estudiante neerlandés de 18 años llamado Oliver Daemen, hijo de un multimillonario que quiere estudiar física y gestión de la innovación en la Universidad de Utrecht. Este último asiento se subastó abiertamente. El ganador, que pagó 28 millones de dólares, renunció, por lo que se le concedió el viaje al segundo ganador, el padre de Oliver, que cedió su puesto a su hijo.
El vuelo suborbital, que tiene una duración prevista de 11 minutos, no ha hecho más que sumar a la investigación espacial, como ya hizo Richard Branson, el multimillonario que voló al espacio a bordo de un avión de su propia compañía, Virgin Galactic, convirtiéndose así en el primero en la "carrera espacial de los millonarios".
La mejor entre sus compañeros
"Nadie ha esperado más que ella", escribía Bezos hace unos días en una publicación en sus redes sociales (@jeffbezos). En ese mismo vídeo, el multimillonario le planteaba esta situación a la octogenaria: “Estás en gravedad cero durante cuatro minutos, desciendes, aterrizas suavemente en la superficie del desierto, abres la compuerta y sales fuera, ¿qué es lo primero que dices?”. Funk le respondió con gran entusiasmo: "¡Cariño, es lo mejor que me ha pasado en la vida!".
La decepción del proyecto Mercury 13 no la hizo rendirse, sino que siguió luchando por convertirse en astronauta, convencida de su preparación y experiencia (ha acumulado 19.600 horas de vuelo y ha enseñado a volar a más de 3.000 estudiantes, según explica ella misma en una publicación en Instagram).
Finalmente lo ha conseguido, tras una larga espera, llegando a pagar 200.000 dólares a Virgin Galactic (el rival de Blue Origin) por un pasaje, compañía con la que se rumorea que participará más adelante en otro viaje al espacio.
"Me encanta hacer cosas que nadie ha hecho antes", contaba en la publicación de Bezos, asegurándole que durante las pruebas del Mercury 13 le dijeron que había superado las pruebas para astronauta mejor que nadie.
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.