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Manuel Lucio (@mrcatacroquer) observaba con tristeza las dificultades para mantener una comunicación a distancia con su abuela, Felisa Romano, de 96 años, que no se maneja con dispositivos como el teléfono móvil, el ordenador o la tablet. Por eso, este ingeniero informático decidió poner en práctica algunos de sus conocimientos para inventar en tan sólo dos semanas un ingenioso aparato que mezcla tecnología actual con métodos analógicos para facilitar que su abuela pueda estar en contacto con sus nietos. Este artilugio lo ha bautizado como Yayagram.
Según explica su creador en un hilo de Twitter que se ha hecho viral, el Yayagram es capaz de hacer dos cosas: mandar mensajes de voz y recibir mensajes de texto e imprimirlos físicamente en papel térmico. Es decir, permite una comunicación bidireccional entre abuela y nietos. Concretamente, el artilugio es una caja de mandos que cuenta con un micrófono y una impresora con papel térmico.
Hola mundo, te presento el Yayagram! Un dispositivo que ayuda a los más mayores a comunicarse con sus nietas y nietos. ¿Cómo? Abro hilo con los detalles del cacharro! pic.twitter.com/qR4zA6iq4c
— Manu (@mrcatacroquer) April 18, 2021
Si su abuela quiere hablar con alguno de sus nietos, solo tiene que colocar un cable en el agujero del nieto al que quiere contactar –al estilo de la serie Las chicas del cable, sobre las antiguas telefonistas– pulsar un botón y grabar el mensaje que quiere mandar. También podrá enviar el mensaje de voz a todos los nietos a la vez.
Ese mensaje le llega al nieto como una nota de audio a través de la aplicación de mensajería Telegram y este le puede contestar con algo de texto. Además, gracias a su sistema, imprime, como si fuera un recibo o ticket, la conversación, para aquellos mayores que pueden leer bien, pero que tienen dificultades auditivas. Como si se tratara de un fax recibiendo texto.
Su aparato se basa en una Raspberry Pi 4, un pequeño y barato ordenador creado sobre una placa reducida y que es conocido, entre otras cosas, por permitir virguerías como esta. Sobre ello, y programando todo con Python, Manuel fue uniendo las piezas: un pequeño micro que va por USB y se enciende con un pequeño botón, un cable Jack que sirve para marcar a quién quieres mandar tu mensaje y la citada impresora. Además, para dejar todo lo más perfecto posible montó una caja y la pintó.
Su objetivo no es comercializar el invento y, por eso, Manuel ha compartido en Twitter el proceso de construcción del Yayagram para que otros 'manitas' puedan replicarla para sus abuelos.
Manuel Lucio y Felisa Romano (La Sexta)