
¿Qué hacer si tu fondo de inversión está bajando?
Los expertos ofrecen recomendaciones clave para no cometer errores

Una de las opciones de ahorro para la jubilación son los fondos de inversión. Pero, ¿qué pasa cuando la situación económica se tuerce y ves que tu fondo de inversión está bajando? Es una situación que puede ser muy angustiante, y más cuando ya tienes una edad donde cada decisión financiera pesa un poco más. Pero lo primero a tener en mente antes de tomar cualquier decisión apresuradamente es que los mercados suben y bajan constantemente, es parte de cómo funcionan. Si se trata de un inversor a largo plazo, la clave está en cómo reaccionamos, no en lo que pasa hoy”, explica Andrea Morales, editora de finanzas personales de el comparador HelpMyCash.com.
“Antes de tomar cualquier decisión, hay que entender bien qué tipo de fondo se tiene. ¿Está muy expuesto solo al mercado español, o al estadounidense, o mercados emergentes? ¿Tiene mucha renta variable (acciones) o es más conservador, con renta fija (bonos, deuda)? ¿Está invertido en sectores muy sensibles a lo que pasa en la economía mundial? También es importante mirar su historial de comportamiento: si ya ha vivido otras caídas fuertes y luego se ha recuperado, es una buena señal”, advierte Morales.

Los errores más frecuentes
“Uno de los errores más comunes es vender en el peor momento. Lo que hoy parece una pérdida enorme, mañana puede haberse recuperado. Mientras no vendas, no hay pérdida real. Solo hay una bajada temporal del valor, que puede (y muchas veces lo hace) revertirse con el tiempo”, puntualiza la exporta.
"Si el miedo es muy grande, y de verdad no se puede soportar ver cómo baja el valor, se puede plantear un traspaso a otro fondo que esté aguantando mejor la situación. Pero hazlo con calma y aprovechando la ventaja fiscal que tienen los fondos: puedes mover tu dinero de un fondo a otro sin pagar impuestos ahora, solo cuando finalmente decidas sacarlo", recomiendan los expertos.
Otro punto importante y que recomiendan los expertos es no mirar tu fondo todos los días. Piensa: ¿para qué es ese dinero? Si no lo necesitas ahora, no tomes decisiones como si lo necesitaras mañana.